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El Estrés en los niños


Hola mis amigos, hoy conversaremos acerca del Estrés en los niños, quienes son los más cuidados de la casa.

Desde los inicios de la humanidad, los niños han recibido una crianza y educación en proporción directa a los conocimientos, hábitos y costumbres de sus padres, familiares y amigos. Esto ocurre debido a que los niños tienen la máxima capacidad de captación y asimilación de todo lo que les rodea y sobre todo de lo que les causa curiosidad.

Por estudios científicos, el cerebro humano tiene un desarrollo colectivo del 10%, y esto es en un ser humano con una capacidad de razonamiento bastante elevado, después de superar las limitaciones más comunes de la crianza tradicional.

El cerebro de un niño va creciendo y se desarrolla en la misma medida en que recibe contacto con todo lo que le rodea del medio ambiente, sentimientos, emociones, ideas, conceptos, costumbres, y todo lo que pueda memorizar y guardar en su mente; esta es la que llamamos memoria temporal y material.

Existe otro tipo de memoria que es la permanente y es más que un proceso material, es completamente sutil, es una forma de energía que se mantiene y manifiesta, producto de nuestros pensamientos, y la tenemos desde que estamos en el vientre de nuestra madre. A nivel clínico, la mente se divide en tres: mente consciente, sub consciente e inconsciente.

La mente consciente tiene la capacidad de razonar, pensar, analizar, evaluar, juzgar y tomar decisiones; esta parte de la mente en balance, genera en la persona lo que llamamos un adulto en control.

La mente sub-consciente es nuestro archivo, también llamado “vaso emocional”, es el lugar en donde guardamos todo lo que sucede desde que nuestro cuerpo comienza como un embrión en la barriga de mamá: emociones, sentimientos, alegrías, tristezas, odio, rencor, amor y sobre todo, situaciones que dejan huellas como peleas, accidentes, y comportamientos extremos que alteran la conducta humana, llamados también, “TRAUMAS”. Cuando esta parte de la mente esta en equilibrio, produce amor propio, tranquilidad y paz.

La otra parte es la mente “inconsciente”, debido a que es la responsable por el instinto en el humano y la promotora de todos las funciones automáticas del cuerpo y de los comportamientos de la personalidad. Es también nuestro mecanismo de defensa, que nos protege de cualquier daño al cuero físico y de cualquier ataque emocional o de pensamiento a nuestros conceptos e ideas preconcebidas en nuestra vida.

Todo lo que he explicado es para que ustedes sepan que los niños comienzan a recibir información desde el vientre hasta los 25 años, que va creando sus propias conclusiones o conceptos; debemos entender que ellos son esponjas que absorben todo y en gran medida son el efecto de lo que los adultos causamos en ellos.

He dicho anteriormente que la historia de nuestra humanidad ha dejado huellas imborrables de violencia, incomprensión y desamor, las cuales seguimos arrastrando en nuestra forma de vida diaria.

Esta es una pequeña lista de las cosas que hacemos comúnmente y que destruyen a nuestros niños: GRITAR, PELEAR, MIRADAS DE RABIA, INDIFERENCIA, TOMAR ALCOHOL EN MUCHA CANTIDAD, FUMAR, COMER EN EXCESO, DECIR PALABRAS VULGARES, VIOLENCIA FÍSICA, MENTIR, APARENTAR, FALTA DE CARICIAS Y PALABRAS DULCES, SER INFLEXIBLE, INTOLERANCIA, IMPACIENCIA, IRRESPETO…

Podrían preguntarse como padres ¿cuantas veces hice algo de esto con mis hijos? La falta de cariño y de calor humano en el mundo, es nuestra responsabilidad y de nadie más, creemos que por que proveemos las necesidades básicas en la casa, ya tenemos el cielo ganado con nuestros hijos.

Con todo mi amor les digo que tenemos que perdonar a nuestros padres por los errores que cometieron con nosotros y acercarnos a nuestros hijos con verdadero “amor”.

Les recomiendo que hagan 30 respiraciones profundas dos veces al día durante 60 días, tomando el aire por la nariz, reteniendo unos 7 segundos y botando el aire por la boca; dedique un rato al día para conversar con sus hijos y dígales cuanto los ama, ellos quieren y necesitan escucharlo a diario; si son adolescentes no les pregunten si tienen algún problema, primero analícese usted y hágase esa pregunta, después sabrá si ellos tienen problemas o no.

Si usted se conoce un poco más, sabra como tratar a sus hijos de manera más humana.

¿Ahora se da cuenta por que los niños sufren de ESTRÉS?

Recuerde que nuestros hijos son los adultos del mañana y nosotros los ancianos del mañana, entonces no espere, actúe ya!

Gracias por su atención y hasta la próxima.

Luz, Paz y Amor.

Prof. Pablo De Vincenzo

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